

A la hora de analizar una cerveza, no puedes limitarte a engullirla, eructar y decir «está muy bien» o «es una mierda». Y, aunque la cata es un arte individual, hay unos cuantos pasos que, si se siguen, llevarán tu cata de cerveza a un nivel de felicidad.
Mírala a la cara
Tómese una pausa y maravíllese de su grandeza antes de degustarla. Levante la cerveza frente a usted, pero no la sostenga a la luz directa, ya que esto diluirá su verdadero color. Describe su color, su espuma y su consistencia.
Agitar Agitar
Haga girar la cerveza, suavemente, en el vaso. Esto sacará aromas, ligeros matices, aflojará y estimulará la carbonatación y probará la retención de la cabeza.
Olfato Olfato
El 90-95% de lo que experimenta es a través de su sentido del olfato. Respire por la nariz con dos olfateos rápidos, luego con la boca abierta y después sólo por la boca (la nariz y la boca están conectadas en la experiencia). Deja que el olfato te guíe. Vuelva a agitar si es necesario y asegúrese de que se encuentra en una zona que no tenga aromas demasiado fuertes. Disfruta de su aroma.
Degustar el sabor
Ahora, beba un sorbo de la cerveza. Resístase a tragarla inmediatamente. Deje que se pasee y explore todo su paladar. Deja que tus papilas gustativas hablen. Observe la sensación en la boca, la consistencia del cuerpo del líquido, y exhale durante el proceso de degustación. Este proceso de exhalación se denomina «retroolfacción» y liberará los estímulos retenidos a nivel de la mucosa y la sensación bucal, pero a una temperatura más alta. En ocasiones, este proceso será igual que el olfativo, si no diferente y complementario. Intente detectar cualquier dulzor, sabor salado, ácido y amargor en general. Explique qué son o a qué se parecen.
Además, pruebe a probar la cerveza después de que se caliente un poco (sólo un poco, eso sí). La cerveza muy fría tiende a enmascarar algunos de los sabores. A medida que la cerveza se calienta, sus verdaderos sabores se manifiestan y son más pronunciados.